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Homero

Homero (en griego antiguo Ὅμηρος Hómēros; c. siglo VIII a. C.) es el nombre dado al poeta y rapsoda griego antiguo al que tradicionalmente se le atribuye la autoría de las principales poesías épicas griegas — la Ilíada y la Odisea—. Desde el periodo helenístico se ha cuestionado si el autor de ambas obras épicas fue la misma persona; sin embargo, anteriormente no sólo no existían estas dudas sino que la Ilíada y la Odisea eran considerados relatos históricos reales.


Las más antiguas noticias sobre Homero sitúan su nacimiento en Quíos, aunque ya desde la Antigüedad fueron siete las ciudades que se disputaron ser su patria: Colofón, Cumas, Pilos Ítaca, Argos, Atenas, Esmirna y la ya mencionada Quíos. Para Simónides de Amorgos y Píndaro, sólo las dos últimas podían reclamar el honor de ser su cuna.
Aunque son varias las vidas de Homero que han llegado hasta nosotros, su contenido, incluida la famosa ceguera del poeta, es legendario y novelesco. La más antigua, atribuida sin fundamento a Herodoto, data del siglo V a.C. En ella, Homero es presentado como el hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas, que le dio a luz en Esmirna. Conocido como Melesígenes, pronto destacó por sus cualidades artísticas, iniciando una vida bohemia. Una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces pasó a llamarse Homero. La muerte, siempre según el seudo Herodoto, sorprendió a Homero en Íos, en el curso de un viaje a Atenas.


Obras:


-La ILiada
-La Odisea
-Épica
-Los himnos Homéricos
-La cuestión Homérica
-influencia

Esquilo


Esquilo, (en griego antiguo: Αισχύλος, Aiskhúlos) (Eleusis, 525 a. C. – Gela, 456 a. C.), dramaturgo griego. Predecesor de Sófocles y Eurípides, es considerado como el creador de la tragedia griega.
Nació en Eleusis, Ática, lugar en el que se celebraban los misterios de Éleusis. Pertenecía a una noble y rica familia de terratenientes. En su juventud fue testigo del fin de la tiranía de los Pisistrátidas en Atenas.

Fue uno de los «Maratonianos»; luchó en las guerras promovidas contra los Persas en la batalla de Maratón 490 a. C., en las de Salamina 480 a. C. y, posiblemente, en la de Platea.
Alguna de sus obras, como Los persas 472 a. C., y Los siete contra Tebas 467 a. C., son el resultado de sus experiencias de guerra. Fue, también, testigo del desarrollo de la democracia ateniense. En Los suplicantes 490 a. C., puede detectarse la primera referencia que se hace acerca del poder del pueblo, y la representación de la creación del Areópago, tribunal encargado de juzgar a los homicidas. En Las Euménides 478 a. C., se apoya la reforma de Efialtes 462 a. C., transferencia de los poderes políticos del Areópago al Consejo de los quinientos.
Se le acusó de haber revelado los misterios de Eleusis, por lo que fue juzgado y posteriormente absuelto.
Viajó a Siracusa, en Sicilia, invitado por el tirano Hiéron, para el que produjo Las mujeres de Etna en honor a la nueva ciudad de Etna que éste había fundado, y puso, de nuevo, en escena, Los persas. Tras la representación de la Orestíada 458 a. C., volvió a visitar Sicilia, donde murió en Gela, entre 456 a. C. y 455 a. C.
Tuvo un hijo, Euforión, que, como él, fue un poeta trágico.
Escribió 82 piezas (algunas fuentes las cifran en 90), consiguió su primera victoria en composición dramática en el 484 a. C., siendo sus rivales Pratinas, Frínico y Quérilo. Sólo fue vencido por Sófocles en el año 468 a. C.
De la importancia de su obra da fe el hecho de que se permitiera que sus obras fueran representadas y presentadas en el agón («certamen») en los años posteriores a su muerte, junto a las de los dramaturgos vivos; un honor excepcional ya que era costumbre que las obras de los autores fallecidos no se pudieran presentar al agón.
De toda su obra sólo se conservan siete piezas, seis de ellas premiadas, y sustanciosos fragmentos de otras tantas.

Obras:

-Los persas (472 a. C.)
-Los siete contra Tebas (467 a. C.)
-Las suplicantes (463 a. C.)
-Orestíada (458 a. C.) que comprende:
-Agamenón
-Las coéforas
-Las euménides
-Prometeo encadenado (autoría en discusión)

Sófocles


Sófocles (en griego Σοφοκλής,Sophoklés) (* Colono, hoy parte de Atenas, (Grecia), 496 a. C. - Atenas, 406 a. C.) fue un poeta trágico de la Antigua Grecia. Autor de obras como Antígona o Edipo Rey, se sitúa, junto con Esquilo y Eurípides, entre las figuras más destacadas de la tragedia griega. De toda su producción literaria sólo se conservan siete tragedias completas, las que son de importancia capital para el género.

Hijo de un rico armero llamado Sófilo, a los quince años fue elegido director del coro de muchachos para celebrar la victoria de Salamina. En el 468 a.C., se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso teatral que se celebraba anualmente en Atenas durante las fiestas Dionisias, cuyo dominador en los años precedentes había sido Esquilo.


Comenzó así una carrera literaria sin precedentes: Sófocles llegó a escribir hasta 123 tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en Atenas, y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la ciudad.


Amigo de Heródoto y Pericles, no mostró demasiado interés por la política, pese a lo cual fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición ateniense contra Samos (440 a. C.), acontecimiento que recoge Plutarco en sus Vidas paralelas.


Su muerte coincidió con la guerra con Esparta que habría de significar el principio del fin del dominio ateniense, y se dice que el ejército atacante concertó una tregua para que se pudieran celebrar debidamente sus funerales.


De su enorme producción, sin embargo, se conservan en la actualidad, aparte de algunos fragmentos, tan sólo siete tragedias completas: Antígona, Edipo Rey, Áyax, Las Traquinias, Filoctetes, Edipo en Colono y Electra.
A Sófocles se deben la introducción de un tercer actor en la escena, lo que daba mayor juego al diálogo, y el hecho de dotar de complejidad psicológica al héroe de la obra. En Antígona opone dos leyes: la de la ciudad y la de la sangre; Antígona quiere dar sepultura a su hermano muerto, que se había levantado contra la ciudad, ante la oposición del tirano Creonte, quien al negarle sepultura pretende dar ejemplo a la ciudad. La tensión del enfrentamiento mantiene en todo momento la complejidad y el equilibrio, y el destino trágico se abate sobre los dos, pues también a ambos corresponde la «hybris», pecado de soberbia (orgullo excesivo).
Edipo Rey es la más célebre de sus tragedias, y así Aristóteles la consideraba en su Poética como la más representativa y perfecta de las tragedias griegas, aquella en que el mecanismo catártico final alcanza su mejor clímax.


También es una inmejorable muestra de la llamada ironía trágica, por la que las expresiones de los protagonistas adquieren un sentido distinto del que ellos pretenden; así sucede con Edipo, empeñado en hallar al culpable de su desgracia y la de su ciudad, y abocado a descubrir que este culpable es él mismo, por haber transgredido, otra vez, la ley de la naturaleza y de la sangre al matar a su padre y yacer con su madre, aun a su pesar.


El enfrentamiento entre la ley humana y la ley natural es central en la obra de Sófocles, de la que probablemente sea cierto decir que representa la más equilibrada formulación de los conflictos culturales de fondo a los que daba salida la tragedia griega.

Obras:

-Edipo Rey
-Edipo en Colono
-Antígona
-Áyax
-Las Traquinias
-Electra
-Filoctetes

Eurípides


Eurípides (en griego, Ευριπίδης) (Salamina, 480 a. C. - Pella, 406 a. C.) fue uno de los tres grandes poetas trágicos griegos de la antigüedad, junto con Esquilo y Sófocles.

Su madre se llamaba Klitonis o Clito y su padre Mnesarco o Mnesárquides. Durante su infancia tuvo lugar la Segunda Guerra Médica, decisiva para los griegos y el mundo occidental. Parece ser que, de muchacho fue copero de un grupo de danzantes, con clara significación religiosa, por lo que se supone que su educación fue la convencional de su época. En 466 a. C. cumplió dos años de servicio militar. Odiaba la política y era amante del estudio, para lo que poseía su propia biblioteca privada, una de las más completas de toda Grecia. Durante un tiempo estuvo interesado por la pintura, coincidiendo con el apogeo del pintor Polignoto en Atenas. Tuvo dos esposas, llamadas Melito y Quérile o Quérine. Fue amigo de Sócrates, el cual, según la tradición, sólo asistía al teatro cuando se representaban obras de Eurípides. En 408 a. C., decepcionado por los acontecimientos de su patria, implicada en la interminable Guerra del Peloponeso, se retiró a la corte de Arquelao I de Macedonia, muriendo dos años después en Pella.


Obras:


-Alcestis (438 a. C.) (segundo puesto)
-Medea (431 a. C.) (tercer puesto)
-Los Heráclidas (c. 430 a. C.)
-Hipólito (428 a. C.) (primer puesto)
-Andrómaca (c. 425 a. C.)
-Hécuba (c. 424 a. C.)
-Suplicantes (c. 423 a. C.)
-Electra (c. 420 a. C.)
-Heracles (c. 416 a. C.)
-Troyanas (415 a. C.) (segundo puesto)
-Ifigenia entre los Tauros (c. 414 a. C.)
-Ion (c. 414 a. C.)
-Helena (412 a. C.)
-Fenicias (c. 410 a. C.)
-Orestes (408 a. C.)
-Las Bacantes (406 a. C., póstuma.)
-Ifigenia en Áulide (406 a. C., póstuma, primer puesto.)
-El Cíclope, sin datar. Es su único drama satírico conservado.

Safo


Safo de Lesbos (en griego, Σαπφώ; en eolio, Ψάπφω) (Mitilene, Lesbos, Grecia, ca. 650  610-580 a. C.) fue una poetisa griega.

Pasó toda su vida en Lesbos, isla griega cercana a la costa de Asia Menor, con la excepción de un corto exilio en Siracusa (actual Sicilia) en el año 593 a. C., motivada por las luchas aristocráticas en las que probablemente se encontraba comprometida su familia perteneciente a la oligarquía local.[cita requerida]
Perteneció a una sociedad llamada thiasos en donde se preparaba a las jóvenes para el matrimonio. Más adelante conforma la llamada "Casa de las servidoras de las Musas". Allí sus discípulas aprendían a recitar poesía, a cantarla, a confeccionar coronas y colgantes de flores, etc. A partir de sus poemas se suele deducir que Safo se enamoraba de sus discípulas y mantenía relaciones con muchas de ellas. Todo esto la ha convertido en un símbolo del amor entre mujeres. Y es más, estas afirmaciones son comprobadas en el fragmento 2D en donde Safo establece una conversación con la diosa con la que más se identifica y tiene relación, Afrodita. Esta le pide que le ayude con alguien a quien ama pero que no le ha querido prestar atención, y cuando Afrodita dice “…aún sin quererlo” utiliza un participio femenino: kouk ethéloisa, que refleja la existencia de un eros homosexual en la vida de esta poeta. Pero el amor que refleja Safo no fue dado a todas sus alumnas, no se trataba de una orgía ni mucho menos, ella amaba a una especial de su corazón y le enseñaba importantes lecciones sobre el Amor. La unión de lo terrenal con lo divino va muy ligado a Safo, pues esta mantenía una estrecha comunicación con Afrodita, como ya hemos dicho, lo cual repercutió de una manera notable en la personalidad de esta poeta. Podríamos describirla como una mujer muy femenina, delicada y espiritual, que trascendió en la Historia gracias a esa naturalidad y pureza de sus versos. Cuenta la leyenda surgida a partir de algún fragmento de la propia poeta en el que hace mención de Faón, un hombre bello del que se enamoró la propia diosa Afrodita según el mito, que se suicidó desde la roca de Léucade lanzándose al mar cuando su amor por Faón no se vio correspondido. Esta roca de la isla de Léucade era, al parecer, desde donde se lanzaban con frecuencia los enamorados para suicidarse. Otra versión afirma que Safo lo escribió como metáfora de una decepción amorosa que tuvo con una de sus amadas, ya que en uno de sus fragmentos se describe como alguien que ya ha llegado a la vejez, "incapaz de amar". El tema fue retomado por el poeta latino Ovidio, que lo popularizó. En efecto, el poeta latino convirtió a Safo en una de sus Heroínas, como autora de una carta de amor dirigida a Faón. De todas las heroínas de Ovidio, Safo es la única mujer real, es el único caso en el que una mujer se convierte en personaje de ficción. Esta imagen de Safo atormentada por un amor no correspondido fue muy querida y representada por los grandes pintores europeos del s. XIX, que reflejan una visión romántica de Safo con el pelo largo apoyada en la roca.

Cayo Julio Higinio


Cayo Julio Higinio o Cayo Julio Higinio (64 a. C. – 17) fue un célebre escritor hispano-latino. Según Luis Vives, era natural de Valencia.[cita requerida] Fue liberto de Augusto y estuvo al cargo de la Biblioteca Palatina, en cuyas aulas ejerció la enseñanza de la filosofía.

Gracias a su talento alcanzó cierto reconocimiento y pudo relacionarse con gran número de personajes notables, a pesar de su humilde condición de liberto. En cuanto a la Antigüedad romana, llegó a ser escuchado como un oráculo, tal era la profundidad y extensión del conocimiento que de esta época tenía. Este respeto y admiración por su saber duró con intermitencias hasta los siglos XVI y XVII en que los eruditos, tanto españoles como extranjeros, entraron en sesudas y largas controversias en torno a obras que en aquel entonces se consideraban de Higino.

Se ocupó de todas las materias que abarcaban el saber de su época: historia, ciencia, filosofía y literatura, religión, astronomía y astrología. Como obras históricas cabe destacar un libro sobre la vida de hombres ilustres, otro sobre ciudades de Italia y un tercero sobre las familias troyanas. Como obra científica sobresale una de agricultura en que estudia entre otras cosas, las abejas, los cuadrúpedos, las aves y los insectos volátiles.

Por su trabajo relativo al listado de las estrellas de las constelaciones en Astronomía poética, en 1935 se decidió en su honor llamarle «Hyginus» a un astroblema lunar.

Cayo Julio Fedro


(Cayo Julio Fedro; Macedonia, hacia 20-15 a.C. - hacia 50 d.C.) Fabulista latino de la época imperial, autor de cinco libros de fábulas en verso. Los pocos datos que se conocen de su biografía nos han llegado a través de su propia obra. Nació durante el principado de Augusto (entre los años 20 y 15 a.C.), en la provincia romana de Macedonia, posiblemente en Pieria, según se lee en el prólogo al libro III, vv. 17-20, donde el poeta se muestra orgulloso de haber nacido en la tierra patria de las Musas (en el monte Pierio).

Aunque era esclavo, recibió una esmerada educación desde joven (sobre todo en latín, puesto que su lengua natal era el griego). Esto hace suponer a los críticos que fue llevado a Roma siendo todavía niño y que allí entró a formar parte del grupo de esclavos de Augusto, del que luego fue liberto. Este dato se encuentra en el título del principal manuscrito de Fedro (Codex Pithoeanus, del siglo IX), que lo presenta como "liberto de Augusto".

Bajo el gobierno de Tiberio se ganó la enemistad del poderoso ministro Sejano, quien le acusó de haber hecho maliciosas alusiones personales tras la máscara anónima de los animales de sus dos primeros libros de fábulas. Fue condenado por ese supuesto delito y cayó en desgracia. Su estado de absoluta precariedad económica lo llevó a pedir el apoyo de libertos ricos e influyentes como Eutico y Particulón, a quienes dedicó dos de sus libros. Escribió sus tres últimas obras ya mayor y vivió hasta la época del emperador Claudio (41- 54 a.C.) o, en todo caso, del emperador Nerón (54- 58 a. C), si bien se ignora el año exacto.

Publio Virgilio Marón 


Publio Virgilio Marón1 (Andes, actual Pietole, cerca de Mantua, en la Región X, Venetia, hoy Lombardía italiana, 15 de octubre de 70 a. C. – Brundisium, actual Brindisi, 21 de septiembre de 19 a. C.), más conocido por su nomen, Virgilio, fue un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas. En la obra de Dante Alighieri, La Divina Comedia, fue su guía a través del Infierno y del Purgatorio.

Formado en las escuelas de Mantua, Cremona, Milán, Roma y Nápoles, se mantuvo siempre en contacto con los círculos culturales más notables. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica. De una primera etapa influido por el epicureísmo, evolucionó hacia un platonismo místico, por lo que su producción se considera una de las más perfectas síntesis de las corrientes espirituales de Roma.

Fue el creador de una grandiosa obra en la que se muestra como un fiel reflejo del hombre de su época, con sus ilusiones y sus sufrimientos, a través de una forma de gran perfección estilística.


Hesíodo


Poeta griego que ocupa un lugar de excepción en la literatura griega, tanto por sus preceptos morales como por su estilo coloquial.

Hesíodo nació en Ascra, Beocia (hoy Palaioppanagia). Tras la muerte de su padre se estableció en Naupaktos. Allí pasó su juventud, cuidando de un rebaño de ovejas y realizando las tareas propias de un campesino. Se sabe muy poco acerca de su vida, salvo lo que el propio autor deja entrever en su obra. Los especialistas modernos lo sitúan en el periodo homérico de la literatura griega. Su primera obra, Los trabajos y los días, es el primer ejemplo de poesía didáctica, destinada a instruir más que a entretener. Esta obra relata las experiencias de Hesíodo durante su época de campesino, y está salpicada de episodios alegóricos y fábulas. En un estilo sencillo y moralizante, Hesíodo subraya la importancia del trabajo y la rectitud. Ofrece consejos prácticos sobre cómo vivir, al tiempo que proporciona recetas y normas agrícolas, e incluye un calendario religioso con los días favorables y desfavorables para ciertas tareas del campo. El tema principal de la obra es la decadencia moral. Hesíodo relata la historia del mundo en cinco etapas, desde la edad de oro hasta la edad del hierro, que él considera dominada por el mal.

También se atribuye a Hesíodo la autoría de la Teogonía, o nacimiento de los dioses, un poema en el que el amplio y amorfo corpus de los mitos griegos queda sistematizado y ampliado hasta incluir nuevas divinidades desconocidas en los poemas homéricos. La Teogonía narra la creación del mundo a partir del caos, el nacimiento de los dioses y sus hazañas. La última parte contiene una lista de las hijas de Zeus, padre de los dioses, así como de mujeres mortales. Esta lista es la introducción a un poema perdido, Catálogo de las mujeres, que narra las hazañas de los héroes nacidos de mujeres mortales. De su obra restante no quedan más que títulos y fragmentos, muchos de los cuales se atribuyen por los expertos a imitadores de Hesíodo, y que hoy se conoce como la escuela hesiódica. En este grupo se incluyen el poema didáctico `Consejos de Quirón'; el poema genealógico `Grandes eras'; y los poemas míticos `Boda de Ceix' y `Descenso de Teseo a los infiernos'.


Aristófanes


Dramaturgo ateniense, considerado uno de los más grandes autores de comedias de la historia de la literatura. Sus obras se han representado a lo largo de los siglos y su ingenio, comicidad y lenguaje poético le han asegurado una popularidad duradera.


Aristófanes, hijo de un tal Filipo, se cree que nació en los alrededores de Atenas. Probablemente recibió una buena educación y tal vez fuera propietario de la isla de Egina. Tuvo tres hijos, Filipo, Araros y Nicostratos, que todos fueron poetas cómicos .


Aristófanes fue famoso por su conservadurismo. Prefería la monarquía a la democracia, y las ideas filosóficas y teológicas establecidas a las nuevas ideas de los sofistas. Su oposición a las novedades y reformas era más emocional que intelectual, y tenía tendencia a no distinguir entre las propuestas progresivas y las retrógradas. Aristófanes escribió 44 obras de teatro, de las que nos han llegado 11. Representó sus tres primeras obras bajo seudónimo. Una de ellas, Los acamenses (425 a.C.), era un alegato para terminar la guerra con Esparta. Los caballeros (424 a.C.), la primera de las obras de Aristófanes representada con su nombre, es una devastadora sátira sobre el político y militar ateniense Cleón, campeón de las fuerzas democráticas y jefe del partido belicista.Las nubes (423 a.C.) es una sátira sobre el filósofo griego Sócrates, cuyos penetrantes análisis de los valores establecidos Aristófanes consideraba enemigos de los intereses del Estado. En Las avispas (422 a.C.) Aristófanes satiriza los tribunales de justicia de su tiempo, y en La paz (421 a.C.) vuelve a insistir en la conveniencia de que finalice la guerra entre Atenas y Esparta. En Los pájaros (414 a.C.) ridiculiza el gusto de los atenienses por los litigios. Lisístrata (411 a.C.), otra sátira sobre la guerra en la que las mujeres luchan por la paz practicando el celibato, es su obra más famosa. Las tesmoforiazusas (411 a.C.) y Las ranas (405 a.C.) incluyen ataques contra Eurípides. La asamblea de las mujeres (392 a.C.) es una sátira sobre la idea de la propiedad comunal, y en Pluto(388 a.C.) hace una reducción al absurdo del concepto de redistribución de la riqueza en Atenas. Estas obras, básicamente caprichos, estaban escritas en una forma menos cuidada que las tragedias, e incluían escenas dialogadas, extensas arengas corales y gran cantidad de música y danza.


Aristófanes ejerció notable influencia en autores como Ben Jonson y Henry Fielding, entre otros muchos de todos los idiomas.

Herodoto


Historiador griego, reconocido como el padre de la historiografía. Nació en Halicarnaso (actual Bodrum, en Turquía), de donde se cree que estuvo exiliado hacia el 457 a.C. por conspirar contra el gobierno de la ciudad, favorable a los persas. Probablemente fue directamente a Samos, desde donde viajó por Asia Menor, Babilonia, Egipto y Grecia. La dirección y extensión de sus viajes no se conocen con exactitud, pero le proporcionaron valiosos conocimientos de primera mano de casi todo el antiguo Oriente Próximo. Hacia el 447 a.C. llegó a Atenas, entonces el centro cultural del mundo griego, donde obtuvo la admiración de los hombres más distinguidos, incluido el gran político ateniense Pericles. En el 443 a.C. Herodoto se instaló en la colonia griega de Turios (Thurioi), fundada en el sur de Italia por iniciativa de aquél. Se dedicó el resto de su vida a completar su gran obra, conocida como Historias, cuyo título deriva de la palabra griega historia (`investigación', `búsqueda').

Los estudiosos de Historias la dividieron más tarde en nueve libros. Los primeros tratan sobre las costumbres, leyendas, historia y tradiciones de los pueblos del mundo antiguo, incluidos los lidios, escitas, medas, persas, asirios y egipcios. Los tres últimos versan sobre los conflictos armados entre Grecia y Persia que tuvieron lugar a principios del siglo V a.C. y que son conocidos como las Guerras Médicas. En su obra, el desarrollo de la civilización se presenta como un movimiento inexorable hacia un gran enfrentamiento entre Persia y Grecia, consideradas los dos centros, respectivamente, de las culturas orientales y occidentales. La información de Heródoto procede en parte de los trabajos de sus predecesores y en parte de las observaciones que hizo durante sus extensos viajes.

Sus Historias son el primer trabajo importante en prosa. Tanto las críticas antiguas como las actuales han rendido homenaje a la grandiosidad de su estilo y su franqueza, a su lucidez y a su delicioso estilo anecdótico. Heródoto demuestra un gran conocimiento de la literatura griega y un pensamiento contemporáneo racional. Creía que el Universo estaba regido por el destino y el azar, y que nada en los asuntos humanos es estable. Sin embargo, la elección moral seguía siendo importante, ya que los dioses con frecuencia castigan la arrogancia. Este intento de extraer lecciones morales del estudio de los grandes acontecimientos, es la base de la historiografía griega y romana.


Tucidides


Historiador griego, conocido por su Historia de la guerra del Peloponeso, un conflicto en el que participó. Es considerado uno de los creadores de la ciencia histórica y es todavía una destacada figura de la historiografía. Su preocupación por la objetividad ejerció gran influencia sobre los historiadores grecorromanos más antiguos, como Polibio y Dión Casio.

Nacido en Atenas, era hijo de un aristócrata ateniense. Cuando estalló la guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta, en el 431 a.C., Tucídides reconoció su importancia histórica y pensó describir su desarrollo y sus consecuencias. En el 424 a.C. le nombraron comandante de la flota ateniense cercana a la costa de Tracia, pero no llegó a tiempo para evitar la captura de Anfípolis, que cayó bajo el poder espartano de Brásidas. Por ello se le exilió y pasó los siguientes veinte años en el extranjero; regresó en el 404 a.C. al final de la guerra.

Su Historia de la guerra del Peloponeso consta de ocho libros y cubre tres fases de la guerra: el conflicto entre Atenas y Esparta, desde el 431 hasta el 421 a.C., que terminó con la tregua conocida como paz de Nicias; la expedición a Sicilia de los atenienses desde el 415 hasta su fracaso en el 413 a.C. y la reanudación de la guerra entre Atenas y Esparta desde el 413 hasta el 404 a.C. La historia se interrumpe en el 411 a.C., aunque tenía intención de continuar hasta el final de la guerra.

Tucídides mostró en su empresa un conocimiento práctico, tanto de la ciencia política como de la militar. Se interesó principalmente por el aspecto militar de la contienda, que presentó en un estilo conciso y lúcido, evitando las continuas digresiones propias de Heródoto. La narración está ordenada cronológicamente por estaciones. El material usado se basó en sus propias observaciones y en las declaraciones hechas por otras personas, testigos de los sucesos. Declaró que sus investigaciones fueron difíciles, pues comparaba los relatos de diversos testigos directos. Su enfoque fue de gran objetividad perceptiva, y la mayoría de sus apreciaciones han sido confirmadas por inscripciones y escritos contemporáneos. Para dar mayor intensidad a su historia, puso en boca de las figuras principales de la guerra discursos legendarios y dramáticos, que sirvieron de instrumento para analizar los sentimientos públicos y los asuntos que estaban en juego.


Jenofonte

Historiador, militar y filósofo griego, sus trabajos contribuyen en gran medida al conocimiento de los avatares de Grecia y Persia durante siglo IV a.C.

Nacido en Atenas, hijo de un caballero ateniense, fue discípulo de Sócrates. En el 401 a.C. se alistó en un ejército de mercenarios griegos al servicio de Ciro el Joven, príncipe de Persia, y tomó parte en la campaña contra el hermano de éste, el rey Artajerjes II. Tras la muerte de Ciro, en la batalla de Cunaxa, los oficiales al mando de los mercenarios griegos fueron asesinados a traición por el sátrapa persa Tisafernes. Jenofonte, que estaba entre los nuevos oficiales elegidos para mandar el ejército griego, un total de 10.000 hombres sin dirigentes en el centro del hostil Imperio persa, asumió la dirección de la retirada y puso a sus hombres a salvo en la antigua colonia griega de Trebisonda (en turco Trabzon, actualmente en Turquía), en el mar Negro, tras una marcha de 2.414 km que duró cinco meses. Su triunfal supervivencia se ha atribuido principalmente al ingenio, previsión y tacto de Jenofonte. En su libro más celebre, la Anábasis, narra la retirada a través de un país desconocido, luchando en medio de los obstáculos desalentadores del terreno y del tiempo contra enemigos salvajes y la falta de provisiones.

Desde Trebisonda, Jenofonte y los `diez mil' (como eran conocidos estos mercenarios griegos) se dirigieron a Bizancio (actual Estambul, en Turquía). Poco después de su llegada, entraron al servicio de los sátrapas persas de Asia Menor. El rescate que consiguió por un rico prisionero persa en esta campaña le permitió vivir cómodamente el resto de su vida. En el 394 a.C. regresó a Grecia, como miembro de la corte del rey de Esparta Agesilao II. Con él participó en la batalla de Coronea, en la que los espartanos derrotaron a los atenienses y a sus aliados tebanos. Los atenienses se vengaron de Jenofonte condenándole al destierro como traidor. El gobierno espartano le regaló una finca en Escilo, junto a Olimpia, donde vivió durante veinticuatro años. Cuando el poder militar de Esparta se hundió en Leuctra, en el 371 a.C., fue expulsado de Escilo. Atenas derogó el bando de exilio contra su persona, pero en lugar de regresar a Atenas, al parecer pasó el resto de su vida en Corinto.

Además de la Anábasis, sus escritos más importantes son: las Helénicas, una continuación de la Historia de la guerra del Peloponeso de Tucídides que cubre el periodo del 411 al 363 a.C.; Ciropedia, una biografía idealizada de Ciro II el Grande, y Acontecimientos memorables, recuerdos de Sócrates y conversaciones socráticas. También escribió un elogio de Agesilao, un grupo de tratados políticos y económicos, una serie de ensayos sobre equitación, caza y guerra de caballería, y varios diálogos socráticos.

Como militar, orador, filósofo, ensayista e historiador, fue el prototipo del erudito ateniense. Sin embargo, encontró más agradable la forma de vida austera espartana que el espíritu democrático de su Atenas natal. Las fuertes tendencias proespartanas y la exageración de los hechos rebajan el valor de sus obras históricas. Sus escritos socráticos revelan una mentalidad que no llegó a comprender totalmente la filosofía de su maestro, y sus propias ideas en general son moralistas y vulgares. La sinceridad y el sentido común son sus mejores características. Su estilo es simple, elegante y sencillo y se le considera un maestro de la exposición clara. Su obra Anábasis, es uno de los primeros libros que suelen leer los estudiantes de la lengua griega.


Lisias


Orador ático, nacido en Atenas. En el año 404 a.C. los Treinta Tiranos que entonces controlaban la ciudad privaron a Lisias y a su hermano de todas sus posesiones. Cuando mataron a su hermano, Lisias huyó a una población vecina. Regresó a Atenas en el año 403 a.C., tras la derrota de los Treinta Tiranos y el restablecimiento del gobierno democrático. Emprendió entonces acciones legales contra el tirano responsable de la muerte de su hermano. Lisias se ganó la vida escribiendo discursos para los litigantes. Tenía un talento incomparable para adaptar sus discursos al carácter de sus clientes. Los rasgos más destacados de su estilo, como demuestran las obras que de él se conservan, eran la pureza, la sencillez y la claridad.



Isócrates


Orador y profesor ateniense cuyos escritos sobre política y educación en la Grecia del siglo IV a.C. poseen una gran importancia y un enorme valor histórico.

Isócrates nació en Atenas, en el seno de una familia adinerada. Fue discípulo y seguidor de Sócrates y Platón, quien, en su diálogo Fedro, se refiere a Isócrates como un joven enormemente prometedor. Durante el reinado de los Treinta Tiranos de Atenas, Isócrates dirigió una escuela de retórica en la isla de Chíos. Tras regresar a Atenas, aproximadamente en el año 403 a.C., escribió por encargo discursos legales. En el año 392 a.C. fundó una escuela donde enseñaba a los jóvenes llegados desde todos los rincones del mundo grecoparlante el arte de la redacción de ensayos y el arte de la oratoria. Sus temas eran la actualidad política del momento, y el tono de estos discursos tenía una altura moral que distinguió las enseñanzas de Isócrates de la mera ingenuidad y el efectismo de los sofistas, sus rivales entre los maestros de retórica. Entre sus discípulos más ilustres destacan los oradores Hiperides, Iseo y Licurgo. Isócrates murió a consecuencia de un ayuno voluntario en el año 338 a.C., en protesta por la pérdida de independencia de Grecia.

Entre las obras de Isócrates que hoy se conservan figuran 21 discursos y 9 cartas. En discursos como el famoso Panegírico (380 a.C.), defendió con insistencia la unificación de las ciudades-estado griegas como única medida de protección contra la amenaza de la invasión persa. Tras fracasar en este empeño, instó a eminentes personalidades militares a encabezar las tropas griegas en una guerra contra Persia, como podemos ver en Filipo(346 a.C.), donde hace un llamamiento a Filipo II de Macedonia. El Areopagítico y Sobre la paz (ambas del año 355 a.C.) se ocupan de la política ateniense y el ocaso de la democracia griega. Las cartas de Isócrates abordan temas tan dispares como la educación, el arte de la retórica, el poder de la belleza, el consejo a los déspotas y el llamamiento a los líderes. Entre ellas destacan Contra los sofistas (391-390 a.C.), Elogio a Helena (370 a.C.),Arquidamo (366 a.C.), Antídosis (353 a.C.), y Panatenaico (339 a.C.).

Isócrates ocupa un lugar destacado en la historia de la prosa ática. Su estilo se caracteriza por la fluidez de su cadencia, la compleja estructura de la frase y el frecuente uso de la antítesis (véase Figuras de dicción). Sus escritos sirvieron de modelo a Demóstenes y, más tarde, a Cicerón, a través del cual la influencia de Isócrates llegó a la literatura moderna occidental.




Demóstenes


Político ateniense, el orador más grande de la antigua Grecia, dirigió la oposición de Atenas frente a Macedonia. Nació en el demo de Paeonia, cerca de Atenas. Su padre murió cuando era un niño de siete años, dejando una fortuna en fideicomiso para su hijo. Tan pronto como Demóstenes alcanzó la mayoría de edad, procesó a los fideicomisarios, que habían intentado estafarle. Sin embargo, sólo consiguió recuperar una parte de su herencia y centró su actividad en escribir discursos que usó en litigios legales particulares. Según sus biógrafos sufría un impedimento del habla y sus intentos de expresar sus propios discursos fueron tan infructuosos que recurrió a medios poco frecuentes para superar su defecto, incluida la práctica de hablar con guijarros en la boca.

Aunque Demóstenes continuó la práctica legal privada, se interesó cada vez más por los asuntos públicos. Se dedicó a restablecer el espíritu público en Atenas y a la conservación de la cultura griega. La mayoría de sus principales discursos estuvieron dirigidos contra el poder creciente del rey Filipo II de Macedonia, a quien veía como una amenaza no sólo para Atenas sino para todas las ciudades-estado griegas. El tema principal de su primer discurso contra Filipo, conocido como la Primera Filípica (351 a.C.), fue todo un presagio, ya que dos años más tarde Filipo atacó Olinto, aliado de Atenas, y en tres discursos, llamados las Olínticas, Demóstenes exhortó a Atenas a ayudar a su aliado. Cuando Olinto fue destruido, Demóstenes estaba entre los enviados (346 a.C.) para negociar la paz entre Atenas y Filipo. Sin embargo, durante los ocho años siguientes, continuó con sus advertencias contra los abusos macedónicos. Entre sus discursos de este periodo destacan la Segunda Filípica, el discurso conocido como Sobre la falsa embajada, contra Esquines, orador rival y partidario de Filipo, y la Tercera Filípica, considerada la mejor de este grupo, en la que se exigía una acción resuelta contra Filipo. En gran parte a través de los esfuerzos de Demóstenes, el intento de Filipo, en el 340 a.C., de capturar Bizancio (ahora Estambul) se retrasó. A pesar de una alianza entre Tebas y Atenas, ciudades hostiles entre sí durante largo tiempo, Filipo las derrotó en Queronea en el 338 a.C. Demóstenes continuó hablando a favor de la liberación, incluso después de la conquista de Grecia por Macedonia. En el 336 a.C. el orador Ctesifonte propuso que Atenas honrara a Demóstenes por sus servicios a la ciudad presentándole, según la costumbre, con una corona dorada. Esta propuesta se convirtió en una cuestión política, y en el 330 a.C., mediante un tecnicismo legal, Esquines procesó a Ctesifonte por haber ofrecido la corona. En su brillante discurso Sobre la corona, Demóstenes no sólo defendió a Ctesifonte sino que también atacó a quienes pudieran haber preferido la paz con Macedonia. Como resultado, Ctesifonte fue absuelto y Esquines se vio obligado a exiliarse.

En el 324 a.C. Demóstenes fue declarado culpable, es posible que injustamente, de aceptar un soborno de Harpalo, a quien el hijo de Filipo, Alejandro Magno, había confiado grandes tesoros y que se había fugado refugiándose en Atenas. Después de la muerte de Alejandro en el 323 a.C. Demóstenes exigió de nuevo a los griegos liberarse del control macedónico, pero el sucesor de Alejandro, Antípatro, sofocó toda resistencia y exigió que los atenienses le entregaran a Demóstenes y a otros líderes patriotas. Cuando la asamblea ateniense aprobó una sentencia condenando a muerte a los patriotas, Demóstenes huyó a un santuario en la isla de Calauria, donde se suicidó. La fama de sus discursos continuó durante siglos, inspirando al orador romano Cicerón, entre otros, en sus discursos contra Marco Antonio después de la muerte de Julio César.